Existen múltiples formas de lidiar con la incontinencia urinaria. Busque ayuda si sus síntomas le molestan: consulte a su médico de familia o a un urólogo. Puede resultar incomodo hablar sobre su incontinencia con el médico, pero es la manera más efectiva de lidiar con sus problemas.
No hay una solución única para la incontinencia que funcione a todo el mundo. Las medidas de auto cuidado pueden mejorar significativamente su enfermedad y darle mejor calidad de vida. Estas medidas incluyen cambios en el estilo de vida, entrenamiento vesical y ejercicios de los músculos del suelo pélvico. Otras opciones terapéuticas, como la cirugía y la medicación, deberían considerarse si los auto-cuidados no son efectivos.
Discuta con su médico, urólogo o enfermero especialista que medidas le pueden ayudar a controlar su patología. Es muy común intentar varias opciones para averiguar cuál de ellas le funciona mejor.
Consejos de estilo de vida
Su dieta puede tener un efecto directo sobre la incontinencia urinaria. Usted puede encontrar comportamientos que empeoren su situación al analizar cuándo, qué y cuánto bebe o come. Pequeños cambios en sus hábitos alimenticios pueden contribuir a alguna mejoría.
Beber mucho o muy poco durante el día puede afectar a su incontinencia. Usted debe esta-blecer con su médico cuánto debe beber a lo largo del día. Puede parecer una fácil solución que beba menos para evitar la fuga de orina. Sin embargo, esta medida puede ser perjudicial ya que puede llevar a la deshidratación, infecciones del trato urinario, piedras en el tracto urinario, o estreñimiento.
La cafeína, el alcohol, y las bebidas suaves no producen incontinencia pero es bien sabido que pueden empeorar los síntomas de urgencia y frecuencia en algunos pacientes. Evitar este tipo de bebidas puede ayudar a mejorar su situación. Recuerde que incluso las bebidas etiquetadas como descafeinadas pueden contener algo de cafeína.
Algunos tipos de comida pueden irritar la vejiga. Entre los más comunes se encuentran las especias o los picantes y las comidas con sabores muy marcados, como limones o quesos fuertes. Puede resultar de gran ayuda evitar las comidas que usted piense que empeoren su incontinencia. La mejor forma de encontrar qué es lo que le funciona a usted, es probar distintas cosas.
El estreñimiento y la obesidad se han asociado a la incontinencia. Para tener un peso saludable y mantener un ritmo intestinal regular, es importante que usted siga una dieta balanceada y variada que incluya verduras, fruta y fibra. Algunos de sus síntomas pueden mejorar si usted pierde peso.
Entrenamiento vesical
Su médico le puede recomendar una terapia de entrenamiento vesical. El primer paso de un entrena-miento vesical es rellenar un diario miccional. En él, usted graba cuánto bebe y cómo de frecuente orina, así como la cantidad de orina que produce. Basándose en esta información, su médico le propondrá un régimen para orinar. Siguiendo este régimen usted está entrenando su vejiga. Si el entrenamiento es exitoso, la vejiga puede incluso retener más orina.
Ejercicios del suelo pélvico
Los músculos del suelo pélvico sujetan la vejiga y el intestino (Fig 1a y 1b). Estos se pueden debilitar con la edad, enfermedades y cambios hormonales. Los músculos del suelo pélvico débiles llevan a una incontinencia de orina. El embarazo y el parto pueden debilitar los músculos del suelo pélvico en la mujer. La cirugía prostática, y en particular la prostatectomía radical, pueden debilitar los músculos del suelo pélvico en el varón.
Un programa estructurado de ejercicios para fortalecer los músculos del suelo pélvico puede mejorar la incontinencia. Este consiste en una serie de ejercicios diseñados específicamente para sus necesidades, con el objeto de entrenar los músculos.
Consulte siempre a un profesional de la salud antes de realizar estos ejercicios.