La radioterapia es un tipo de tratamiento oncológico que utiliza la radiación para controlar o matar las células malignas. Se puede hacer desde fuera del cuerpo, o colocando la fuente de radiación en la misma próstata. Puesto que la radiación también puede matar a las células sanas, pueden dañarse los nervios y los vasos sanguíneos que rodean a la próstata y que van al pene. Aunque aún existe riesgo de disfunción eréctil después de la radioterapia, los avances técnicos han aumentado la precisión de la radiación.