La orquiectomía bilateral, o castración quirúrgica, es una cirugía para extirpar ambos testículos. Es una opción de tratamiento en el cáncer de próstata localmente avanzado y el cáncer de próstata metastásico y tiene como objetivo detener la producción de andrógenos.
La cirugía puede realizarse con anestesia local. Si usted tiene antecedentes de enfermedad cardiovascular, su médico puede aconsejarle consultar con un cardiólogo antes de comenzar con el tratamiento hormonal.
¿Cómo se realiza la orquiectomía bilateral?
Durante la cirugía, usted estará tumbado. Generalmente se realizará con anestesia local o raquídea. En algunos casos su médico le aconsejará anestesia general. El cirujano hace una incisión en el escroto para extirpar ambos testículos. Como el tejido que rodea los testículos no se extirpa, el escroto no parecerá completamente vacío tras la intervención.
¿Cómo me preparo para el procedimiento?
Su médico le aconsejará en detalle cómo prepararse para la intervención. Si necesita anestesia general, no debe comer, beber o fumar al menos 6 horas antes de la intervención.
Si usted está tomando alguna medicación, comuníqueselo a su médico. Puede ser necesario suspender alguna medicación varios días antes de la cirugía. Su médico le dirá cuándo puede volver a tomarla de nuevo.
¿Cuáles son los efectos secundarios de la intervención?
Las complicaciones después de una orquiectomía bilateral son raras e incluyen dolor alrededor del escroto, sangrado, infección, o una cura tardía de la herida. En la mayoría de los casos, el aspecto del escroto no se verá modificado tras la cirugía.
Recomendaciones para las 2-3 semanas tras la cirugía:
- Evite el ejercicio intenso
- Evite los baños de agua caliente
- Evite las saunas
Deberá acudir a su médico o volver al hospital si:
- Desarrolla fiebre
- Tiene un dolor importante
- Nota que la herida comienza a sangrar o drena un líquido transparente.
La orquiectomía bilateral produce una castración permanente. Esto tiene consecuencias físicas y psicológicas. No dude en discutir con su médico cualquier preocupación. Juntos pueden decidir si otras alternativas de tratamiento son más adecuadas para usted.