La hormonoterapia o terapia hormonal es una opción de tratamiento para el cáncer de próstata metastásico. Su objetivo es el de reducir el crecimiento de los tumores.
El crecimiento del cáncer de próstata depende de las hormonas sexuales masculinas, llamadas andrógenos. El andrógeno más importante es la testosterona. Los andrógenos son producidos básicamente en los testículos.
La hormonoterapia bloquea la producción de andrógenos o sus efectos. A esto se la llama castración. Otro nombre para la terapia hormonal es terapia de deprivación de andrógenos (ADT). Se puede realizar quirúrgicamente o con tratamiento farmacológico.
En la terapia quirúrgica, ambos testículos se eliminan en un procedimiento llamado orquiectomía bilateral, que se puede realizar bajo anestesia local. Los medicamentos utilizados para detener la producción de andrógenos pueden ser agonistas de la LHRH o antagonistas de LHRH. Estos medicamentos están disponibles como inyecciones de depósito bajo la piel o en el músculo. Los antiandrógenos son fármacos que bloquean la acción de los andrógenos. Vienen en forma de píldora.
El efecto de la terapia hormonal no es indefinido y la enfermedad puede evolucionar a cáncer de próstata resistente a la castración.
Para retrasar la resistencia a la castración, su médico puede que le recomiende pausas periódicas de la terapia hormonal. A esto se le llama hormonoterapia intermitente. Durante la fase de no tratamiento deberá visitar a su médico cada 1-3 meses para monitorizar los niveles de antígeno prostático específico (PSA) en sangre.